MERMELADA DE HIGOS

¡Hoy os voy a contar cómo puedes preparar una deliciosa mermelada de higos!
En la cocina, los higos pueden estar presentes en todo tipo de recetas, tanto dulces como saladas. Los podemos encontrar en ensaladas, pizzas, acompañando quesos y fiambres, en tostas, en smoothies, mermeladas y salsas. Cada vez está más de moda, arrasando en redes sociales y es que además de quedar muy bien en la foto y estar deliciosos reúne multitud de propiedades.
Va a acabar la temporada de higos y si quieres seguir disfrutando de ellos más tiempo, prueba a hacerlos en mermelada y guárdalos como una conserva.
Esta es una de mis mermeladas favoritas y ya que teníamos un montón de higos hemos decidido hacerlos así. Es muy sencilla y rápida de hacer. La preparación sólo te llevará entre 5-10 min. Por si os animáis, aquí os dejo la receta para dos botes aproximadamente.
Ingredientes:
- 500 grs de higos
- 150-200 grs de azúcar
- 150 ml de agua
- El zumo de un limón
- Canela
Preparación:
- Lava bien los higos, quítale los rabitos y córtalos en trozos (elige el tamaño deseado).
- Incluso si no te gusta encontrar los trocitos, lo puedes triturar al final. Tú decides.
- Ponlos a cocer con el agua y el zumo de un limón por 15 min. a fuego lento.
- Añade el azúcar y cuece por otros 15-20 min más, removiendo a menudo para que no se peguen a la cazuela.
- Le añades una pizca de canela y ya puedes envasarlo y te aguantará unas semanas en la nevera.
Nota: Si quieres que te aguante más tiempo deberás envasarlos al vacío. Una manera rápida de hacerlo es: con las tapas y botes que estén en perfecto estado esterilizados, llenarlos en caliente, los tapas y les das la vuelta y los dejas boca abajo por varias horas. Así conseguirás hacer el vacío y te aguante varios meses. Si quieres más seguridad, volvemos a cocer al baño maría los botes, durante unos 20 minutos aproximadamente. Dejamos enfriar boca abajo.
Nosotros la tomamos en el desayuno en tostadas con mantequilla, pero también nos encanta acompañando quesos y patés.
Anímate a hacerla, ¡está deliciosa!